Mujer adulta que sufrió violencia por parte de su pareja (ahora ex pareja) y padre de sus hijos, durante aproximadamente 20 años de relación. La violencia tuvo muchas formas (física, psicológica, sexual, económica…). Estuvo en una situación de semi-esclavitud prolongada en el tiempo, en aislamiento social y sin red de apoyo.

En el caso se produjo una denuncia cruzada, es decir, el maltratador, una vez iniciado el proceso de separación, le denunció por agresiones, siendo ella condenada a unos días de arresto domiciliario. Han pasado alrededor de 12 años desde los hechos y, a pesar de la fortaleza que muestra, los impactos negativos de una violencia que fue tan prologada son múltiples.