Internacional, 1980.

El día internacional de la mujer por la paz y el desarme fue instaurado en la década de los 80 por organizaciones de mujeres en diferentes ciudades de Europa que se manifestaron contra la instalación de bases militares de la OTAN y el aumento del gasto público en armamento y el abastecimiento de armas nucleares. En este día, se recuerda y reflexiona sobre el impacto desproporcionado que los conflictos armados tienen sobre mujeres y niñas. La violencia contra las mujeres y las niñas se utiliza como un arma más en la guerra a través de actos como el trabajo forzado, la violencia sexual y  el matrimonio forzado, entre otros. Esta violencia se prolonga aún después de los contextos de crisis y violencia generalizada, la cual muchas veces es invisibilizada una vez terminado el conflicto. De esta forma, su impacto y consecuencias requieren ser abordadas de manera integral a través de la dotación de recursos necesaria para el diseño e implementación a largo plazo de políticas públicas que tengan como eje central la perspectiva de género. Esto sólo puede lograrse a través de la participación activa de mujeres tanto en los procesos de paz como en la toma de decisiones a posteriori para así, construir las bases de una sociedad más justa e inclusiva.