Mujer de 23 años, actualmente encargada del programa de género de una escuela de formación feminista para hombres y mujeres. Sufrió abusos y violación sexual cuando tenía 7 años por parte del director de la escuela donde ella estudiaba y donde su madre trabajaba en la limpieza. En ese momento no dijo nada, pero sí lo hizo once años después cuando se enteró de que el mismo hombre había violado a su hermana.
Como consecuencia de las violaciones la hermana se quedó embarazada. Ambas decidieron denunciar, aunque en su caso no pudo porque el delito ya había prescrito. Cuando iniciaron el proceso penal contra el agresor, este huyó. Valoraron que la hermana abortara, pero no tuvieron posibilidades, ya que Guatemala es uno de los países donde el aborto está prohibido en todas sus formas. La hermana tuvo a su bebé.